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lunes, 6 de diciembre de 2010

AdWords y los 7 Pecados Capitales


Los 7 errores que te llevan a la excomunión en AdWords y cómo superarlos sin penitencia, contrición ni arrepentimiento.

Las empresas que han pasado por nuestro confesionario y han revelado sus pecados han sido ya unas cuantas en estos 6 años de actividad en AdWords.

Algunas sólo tenían pequeñas manchas en sus campañas de AdWords. Con unos pocos cambios volvían a relucir inmaculadas.

Pero otras, la mayoría, cometían alguno, mejor dicho, varios de los siguientes “7 pecados capitales en AdWords”:

1. Soberbia: creerse un semi-dios

Escribir un único anuncio como respuesta a la búsqueda de un usuario en Google es un acto de gran soberbia, aunque no seamos conscientes de ello.

Significa decir “yo sé exactamente lo que te pasa y lo que necesitas, aquí está”.

No podemos excluir la posibilidad de que existan clarividentes con ese don, pero el resto de mortales no tenemos ni idea, a priori, de lo que tenemos que redactar en un enlace patrocinado.

Mucho menos de lo que tiene que decir la landing page a la que llevan los clics de ese enlace patrocinado.

Por lo tanto, no nos queda más remedio que hacer pruebas, tests y ver qué es lo que quiere el nuestro cliente.

Además, no tenemos excusas. Con AdWords y el Optimizador de Sitios Web de Google se pueden testar tanto enlaces patrocinados como landing pages, sin coste extra, de forma sencilla y científica.

De hecho, Google y todo su olimpo (AdWords, Analytics, Youtube, Blogger, GMail…) realizan tests de forma compulsiva, tanto los de tipo splits tests A/B, como los multivariable. Si ellos, con su inmenso poder tiene que recurrir a los tests…

Equivocarse no es pecado. No hacer tests, sí.

2. Avaricia: limitar el éxito a unos pocos

Si sólo hacemos lo evidente estaremos privando del disfrute de nuestros productos y servicios a una gran parte del mercado potencial.

AdWords es mucho más que esos anuncillos de texto en Google.

Citemos sólo tres de las principales oportunidades desaprovechadas por muchos anunciantes:

- Incrementar las palabras clave y el número de grupos de anuncios con el concepto ‘turn the corner’
- Ampliar las campañas en la red de contenido con anuncios de display: banners dinámicos y estáticos, vídeos, etc.
- Abrir nuevas vías con las campañas de Re-Marketing (campañas orientadas a perfiles de usuarios)

3. Lujuria: autoplacer desmesurado

Yo-me-mi-conmigo.

Nos encanta hablar de los guapos que nos vemos, de que somos los números unos y de tener el mejor producto/servicio/lo que sea del mercado.

Pero eso a nuestro cliente le da igual.

Cuando nos busca por Internet y le pica en la espalda, no quiere que le rasquemos en el pie. Mucho menos que nos rasquemos nosotros y le dejemos a él mirando.

Cuanto más nos adaptemos a lo que busca, cuanto más ultra-específicos seamos redactando enlaces patrocinados y landing pages, mejores resultados obtendremos. En terminología Google, lo que se trata es de ser RELEVANTE.

Google se comió a su competencia con el concepto relevancia. Si somos los mejores en relevancia, AdWords nos servirá en bandeja a nuestra competencia.

4. Ira: no tener paciencia

Ten fe. Sé paciente. Todo llega.

Antes de lanzar el ofensivo “AdWords no funciona”, haz los cambios que necesita tu campaña.

Al principio es normal que no salgan los cálculos. El juego requiere un cierto tiempo para dominarlo. Pero si eres aplicado, descubrirás múltiples oportunidades de mejora y con los ajustes correctos, abandonarás los números rojos.

Verás también que algunas partes de la campaña no tienen arreglo, por lo tanto, acabemos con las sangría cuanto antes. Los recursos liberados los colocaremos donde más puedan multiplicarse.

Con ajustes finos delicados, sistemáticos, y continuos, es decir, optimizando campañas, podemos obrar el milagro:

- Afinando costes por clic y posiciones
- Perfeccionando los anuncios
- Aplicando las concordancias adecuadas
- Creando grupos más segmentados
- Introduciendo palabras negativas
- Etc.

Una vez acabado el proceso, se analizan los resultados y se vuelve a empezar. En el peor de los casos la optimización permite defender lo ganado. En el mejor, barrer a la competencia.

AdWords no es un sprint, es un marathon.

5. Gula: gastar y gastar sin mesura

Si le dejamos, Google traga y traga nuestros euros. Si no actuamos, seremos cómplices del despilfarro.

No podemos excusarnos en la famosa frase de John Wanamaker: “sé que la mitad de mi gasto en publicidad es inútil pero el problema es que no sé qué mitad”.

Con la trazabilidad absoluta que permiten los medios digitales, especialmente Google Adwords, ha dejado de ser cierta.

Menos saber si el que hace clic va en pijama o ya se ha vestido, el sistema te permite saberlo todo, hasta el último céntimo.

Pero cuando afirmamos “gastar sin mesura” nos referimos a algo más que “sin control”. Nos referimos precisamente a gastar sin “la medida” correcta, sin fijarse en la variable o métrica correcta.

El CTR (el nº de visitas por cada 100 impresiones) no es lo que tienes que mirar.

Hay otro indicador mil veces más importante: el ratio de conversión. Es decir, el grado en que esas visitas se convierten en algo rentable, ya sea un cliente potencial, un suscriptor o un pedido.

Por lo tanto, antes incluso de gastarnos un euro, debemos haber instalado el seguimiento de conversiones en nuestro sitio web, para que AdWords no pierda de vista a esos clics y nos informe de si han convertido o no, sea cual sea el objetivo de conversión.

Aunque hay una métrica todavía mejor, la combinación de CTR y %conv.

Este dato, el definitivo, lo tenemos que calcular nosotros. AdWords es casi perfecto, pero no perfecto.

6. Envidia: copiar los errores de los demás

Nos gusta tanto lo que hacen los demás que nos vengamos copiándoles: mismos e-mailings, mismas ofertas, mismos mensajes, mismo diseño… En AdWords también, clonando los enlaces patrocinados del resto y sus respectivas páginas webs.

Esto nos lleva a cometer un nuevo error: hacer como todos y enviar el clic a la página equivocada.

Ésta suele ser la home o página de inicio, para que la visita se pierda entre tantas opciones.

O una ficha de producto, para que el usuario se quede frío y desamparado entre datos técnicos desprovistos del toque humano.

El remedio: crear ‘lading pages’ para que el clic aterrice suavemente.

Con estas páginas específicamente diseñadas para acoger las visitas, podremos darles los argumentos necesarios, las respuestas y las soluciones que necesitan para que se conviertan en clientes.

Dónde te juegas una campaña de AdWords no es en AdWords sino en las landing pages.

7. Pereza: no currárselo

La pereza nos hace cometer muchos pecados, lo acabamos de ver, pero hay uno que él solito nos hace merecedores de la excomunión directa: dejarle a Google que decida por nosotros y tener en una misma campaña las redes de búsqueda y las de contenido.

Por tres motivos debemos crear campañas separadas:

- El cliente potencial que te busca activamente en Google no es el mismo que el que está leyendo un artículo en un periódico digital y se topa con tu anuncio.
- Ajustar costes y presupuestos es casi imposible si lo tienes todo mezclado.
- Hay variables que no tienen los mismos rangos de posición en búsqueda que en contenidos. Si ves una media de dicha variable, ¿cómo vas a decidir si es correcta?

No hacer esto desde el principio es un error viscoso que lo impregna todo y de forma permanente.

Aparte de este error fruto de la pereza, tenemos otros que si bien no son pecados capitales, tampoco son veniales:

- Montar un sólo grupo de anuncios: las 50, 500 ó 5.000 palabras claves tienen que estar ordenadas en sus respectivos grupos de anuncios, aunque te acaben saliendo más grupos que en Facebook. Para ello hay que entender como es el proceso de compra del cliente y tu ‘long tail’ de palabras clave.
- Tener los mismos grupos en las campañas de búsqueda que en las de contenido: lo de “copiar-pegar” los grupos de la campaña de búsqueda es tan cómodo como equivocado. Hay que reformular los grupos de búsqueda y crear otros nuevos que sólo tienen sentido en una campaña de contenidos.
- Crear anuncios genéricos: puede que te funcionen, pero puede más que no. Cada grupo de anuncios, incluso cada palabra clave requiere su anuncio específico. El “café para todos” no funciona.

viernes, 27 de febrero de 2009

Peras y Limones

Uno de las primeras cosas que hago cuando creo una nueva campaña de Google AdWords es separar búsquedas de contenidos. De lo contrario estaría mezclando peras con limones. Aquí explico porqué.

Por defecto, Google AdWords te anuncia en todos lados. Es decir, si no le paras, tu anuncio aparecerá tanto en los resultados de búsqueda en Google como en la red de páginas web que tienen un acuerdo con Google (lo que se llama "red de contenidos"). Pero esto es un error:

  1. No es lo mismo un cliente que está buscando activamente tu producto en Google que uno que está leyendo un artículo relacionado con tu producto.
  2. En el caso anterior, cuando se encuentren y cliquen tu enlace patrocinado, sus comportamientos de compra serán muy diferentes
  3. Por ello, lo que funciona con el primero puede no funcionar con el segundo

Mi consejo, monta campañas para cada tipo de fuente de clientes:

A) Campañas de SÓLO búsqueda:


B) Campañas de SÓLO contenido:


(Nota: Puedes hilar más fino, separando a su vez cada una en varias. Mejoras la eficacia, pero también aumentas la complejidad operativa)

Según mi experiencia, las visitas que vienen de resultados de búsquedas suelen ser de más calidad que los que vienen por la red de contenidos. No por algo son visitas que tenían un interés inicial más genuino. Los segundos, los que se encontraron el anuncio por azar, suelen ser más mirones que compradores.

Los clientes que gestionamos obtienen el 80% de sus resultados con el primer tipo, las campañas de contenido son siempre secundarias.

Pero no siempre es así. Por ejemplo, las campañas de AdWords que utilizo para promocionar mi negocio en www.gorkagarmendia.com son casi todas de contenido. Es decir, me resulta más rentable anunciarme en webs que en Google, hasta el punto que prácticamente he tenido que dejar de salir en el buscador (pero no me rindo).

En definitiva, si no quieres mezclar peras con limones, empieza siempre separando búsquedas de contenidos. A la larga verás los "frutos".

domingo, 15 de febrero de 2009

Los 3 Factores de Éxito con AdWords

Un buen vendedor de activo inmobiliarios (casas, pisos, oficinas, locales o naves industriales) te dirá que el valor de estas cosas depende de 3 variables:

  1. Localización
  2. Localización
  3. Localización

Por este motivo un apartamento en Manhattan con vistas a Central Park puede estar fácilmente por encima de los 10 millones de euros, dinero suficiente para comprar 100 apartamentos idénticos en muchas zonas despobladas de España.

Para muchos, con AdWords pasa algo similar.

Si montas tu tienda AdWords en una callejuela de las afueras, no tendrás visitas y menos compras. Pero si lo haces en pleno centro comercial, las posibilidades son muy diferentes. Por ello, todos de acuerdo en que lo importante en AdWords también es "posición, posición, posición". ¿Cierto? Noooooo!

Cuando me siento delante de un posible cliente que quiere hacer funcionar su página web, invariablemente me hace la misma pregunta: ¿cuanto cuesta salir el 1º en Google?

Hay una especie de obsesión con ser de los primeros (sólo hace falta ver ejemplos como los de la imagen de la izquierda).

Pero si estás haciendo AdWords enseguida te das cuenta que la 1ª posición es mejor que la ocupe tu competencia (al menos en el 90% de los casos).

Olvídate de la posición. Lo variable clave para triunfar con AdWords es la misma que hizo triunfar a Google como buscador:

  1. Relevancia
  2. Relevancia
  3. Relevancia
Tu publicidad en AdWords y tu página web deben ser relevantes para el que busca. Es decir, los dos elementos combinados deben ser la aspirina que calma el problema o el vaso de agua que sacia al sediento. Relevancia quiere decir "ser destacado", pero también "ser importante".

Lo que nos lleva a los tres objetivos de cualquier campaña de AdWords, y por extensión de cualquier acción publicitaria:

A) ESTAR VISIBLE: hay que hacer lo imposible por estar en la primera página de resultados. Pero lo más probable es que la primeras posiciones sean demasiado caras y además, atraigan a los obsesos del click (visitas de baja calidad). Puede darse el caso incluso de que sea interesante estar en la 2ª o siguientes páginas. El que te encuentre y te haga click en lugares tan escondidos será de muy buena calidad.

B) SER ATRACTIVO: no basta con estar, por muy gratis que sean las impresiones, debemos atraer el click. Sólo hay una forma: con anuncios magnéticos. Aquí el poder, pero también la responsabilidad, recae en el redactor de los enlaces patrocinados.

C) SER CONVINCENTE: una vez conseguido el click, la patata caliente está en manos de la página web. Tiene el difícil papel de rentabilizar el coste del click. Si la visita se va a otra página, ese dinero va directo a la papelera. Si consigue convertirlo en cliente o cliente potencial, BINGO!

domingo, 21 de septiembre de 2008

¿Es importante la Posición del Enlace Patrocinado?

Adwords permite que un ingenioso David pueda vencer al poderoso Goliat. No por ser el más alto tienes la batalla ganada...

Una campaña de Google Adwords te puede dar muchas satisfacciones. Pero también te puede poner los pelos de punta.

Como cuando te enseña una pantalla como ésta:


Las palabras clave que están inactivas no funcionan. No hay anuncios. No existen.

Google AdWords nos pide más dinero. ¡Pero es que ya estábamos pagando 4 euros por clic! Ahora quiere 8€ por clic. Rentabilizar una campaña a estos precios se hace ciertamente difícil.

Llegado a este punto podemos ser Goliat, con un presupuesto ilimitado y subir la apuesta a dónde nos pidan. Bastaría con subir el coste por clic máximo (CPC) y asunto resuelto.

AdWords es único en esto

En el competidor Yahoo (antes Overture), todo lo decide la apuesta máxima: el que más paga aparece más arriba. Todo es cuestión de fuerza bruta. Pero en Google Adwords tenemos una segunda vía para aparecer en la primera página sin pagar una fortuna.

La mejor o peor posición en la columna de enlaces patrocinados condiciona en parte la cantidad de clics que vas a recibir. Podemos estar en la 1ª posición o en la 11º y el tráfico será muy diferente.

Por ejemplo, si buscamos en Google con la hipercompetitiva palabra "crédito" nos pueden aparecer hasta 104 anuncios, repartidos en 10 páginas.

Es vital asegurarse aparecer en la primera página. Lo más probable es que las páginas 2 a 10 generen pocos o ningún clic.

Dentro de la primera página, las primeras posiciones (las de arriba) suelen tener mucho más tráfico que las de abajo.

En Yahoo, ser de los primeros sólo es posible apostando más que el inmediatamente inferior. ¿Cuánto habría que subir la apuesta cuando hay más de 100 empresas pujando? En Google Adwords es diferente.

La posición se calcula con una fómula secreta ("Quality Score") en la que uno de los factores con más peso es el coste por clic máximo, pero también el CTR (tasa de clic, clic/impresiones en %) que consigamos.

Simplificando las cosas, imaginemos que en la primera posición nuestro competidor paga 4 euros por clic y obtiene un CTR del 2%. Tenemos dos opciones para superarlo:

1.- Pagar 4,01€ por clic

2.- Conseguir un CTR del 4%, pagando un CPC de sólo 2,01€

En el segundo caso, Google obtiene con nuestro competidor 4€ x 2% = 8 euros por cada cien impresiones. Si nosotros le ofrecemos 2,01€ x 4% = 8,04€, automáticamente subiremos a la primera posición… ¡pagando la mitad por clic!

Es un juego en el que todos ganan, un círculo virtuoso. Google Adwords obtiene más ingresos por clic y al mismo tiempo refuerza el concepto de relevancia que ya hemos visto: en la primera posición ahora hay un anuncio más relevante que obtiene el doble de votos (4%) que el otro (2%).

A nosotros nos permite competir con los grandes en igualdad de condiciones. Davids y Goliats acaban teniendo las mismas oportunidades. La fuerza bruta queda desactivada por el ingenio y ya no es necesario tener grandes presupuestos para anunciarse en la primera página.

¿Y cómo conseguimos subir el CTR?

Lo hemos visto en entradas anteriores: siendo relevantes y haciendo tests.

Respondiendo exactamente al que busca "crédito" conseguiremos subir el CTR, subir posiciones y subir así el número de clics (o si preferimos, bajar el coste de cada clic).

Para encontrar aquello que responde exactamente al que busca "crédito" podemos recurrir a los tests. A base de prueba y error acabaremos por encontrarlo. Y una vez encontrado, un nuevo tetst nos permite mejorarlo aún más, en un proceso sin fin.

Enfocando nuestra creatividad hacia el concepto relevancia y testándolo todo conseguiremos más clics por menos dinero y hablar de tú a tú a los grandes anunciantes.

Ahora bien, si tienes experiencia en AdWords habrás podido comprobar un extraño fenómeno: a veces, estar en las posiciones 1, 2 ó 3 genera muchos más clics… pero de peor calidad.

Parece como si estar arriba atrajese más clis impulsivos. Estos clics, una vez en la landing page (la página a la que llegan los clics) producen menos resultados, ya sean pedidos, solicitudes de presupuesto o suscripciones a una newsletter.

domingo, 14 de septiembre de 2008

El Factor Más Relevante de Google Adwords

Hay dos formas de ganar en el juego de Google AdWords.

La primera es con un presupuesto ilimitado. En este caso, todo se reduce a subir la apuesta todo lo necesario hasta conseguir estar en la posición nº 1 y recibir así la mayor parte de los clics.

La otra es la que nos queda a la mayoría de los mortales: SER RELEVANTE. Perdón, acabo de decir una mentira.

En la primera opción, tener mucho dinero no garantiza nada. Puedes estar en la primera posición con un mal anuncio y no conseguir clics.

Por lo tanto, rico o pobre, no tienes más remedio que SER RELEVANTE.

¿Qué quiere decir "SER RELEVANTE"?

La relevancia es el "mantra", el icono sagrado alrededor del cual gira todo en Google y al cual le debe su éxito. Google no fue el primer buscador de la historia pero sí el mejor y se comió el mercado. Google puso todo el esfuerzo en, más que un "buscador", ser un "encontrador".

Mientras otros se preocupaban en explotar el negocio y añadir funcionalidades, los dos fundadores de Google se rompían el cerebro en mejorar la eficacia del algoritmo, en hacer que el usuario encontrase lo que buscaba en el menor número de intentos, en definitiva, en ser los más elevantes.

La misma filosofía se aplica a los enlaces patrocinados de Google, es decir Google AdWords, los anuncios que aparecen en la columna derecha de toda búsqueda en Google.

Veamos un ejemplo. Imaginemos que nos hemos cansado de tener las fotos digitales en docenas de CDs y un buen día nos decidimos a imprimir unas cuantas. Lo mejor será tener un buen papel fotográfico. Así que buscamos en Google "papel imprimir fotos".

¿Cuál de los siguientes enlaces patrocinados captará nuestra atención?


Hay muchos anunciantes peleándose por "papel imprimir fotos". Pero sólo uno que responde a nuestra petición de "Papel para impresión fotográfica HP" (el señalado conuna flecha). El resto, siete irrelevantes que pierden frente al único que se tomó la molestia en ser relevante.

La relevancia afecta absolutamente a todo:


1 - La selección de palabras claves:

Tener sólo un puñado de palabras clave, las más evidentes, las que a todo el mundo se le ocurre, es vivir en una pecera repleta de peces (la competencia). Tarde o temprano el oxígeno se acaba.

La lista de palabras y frases clave tiene que ser más amplia que la de los competidores. Pero al mismo tiempo, debe prestar especial atención a las más relevantes con el negocio, las que mejores resultados producirán y en las que concentraremos los esfuerzos.

Y debemos asegurarnos en tenerlas todas, o estaremos perdiendo oportunidades.

2- La redacción de anuncios (los enlaces patrocinados):

Una de las peores cosas que se puede hacer en Google AdWords es redactar un único anuncio para las 20, 200 ó 2.000 palabras clave que puedas llegar a reunir. Es el "café para todos", que aquí no funciona.

No sólo porque producirá una campaña con un bajo CTR ("click through rate" o tasa de clic, el grado de aceptación del anuncio) sino por otro motivo aún más importante: Google AdWords premia a los mejores anuncios subiéndolos de posición y rebajando el coste por clic. Más adelante profundizaremos en este concepto.

3- Las conversiones:

Google AdWords nos proporciona visitas, pero no se vive de visitas. Lo que realmente queremos es que la web genere pedidos, solicitudes de presupuesto, o una lista de interesados. Es decir, de la cadena impresiones-clics-conversiones, el dato clave es éste último.

¿Y de quién dependen las conversiones? De la web a la que llegan las visitas. Como en este ejemplo de un cliente real:

Las palabras clave eran las mismas. Los anuncios también. La única diferencia es el destino del clic, la "landing page". La primera convierte al 5,5% de los visitantes. La segunda al 1,8%. Nada más y nada menos que un ¡300% de diferencia!

En definitiva, si enfocamos todo nuestro esfuerzo hacia lo que el cliente está buscando, podemos olvidarnos de si hay 3 ó 300 competidores. Porque el cliente sólo necesita encontrar una empresa: la más relevante.

Cómo ser relevantes

Tú quieres hablar de tu producto o servicio. Pero a tu cliente no le importa en absoluto. Lo que el quiere es una solución a sus problemas, una respuesta a su búsqueda.

Por ello, para ser relevante para tu cliente, tienes que ponerte en su piel, pensar como él piensa, conocerlo a fondo, saber en qué está soñando y qué no le deja dormir por la noche, hablar con las mismas palabras que él utiliza, en definitiva, convertirte en “tu cliente”.

Elige las palabras clave que ahora mismo él o ella está tecleando en Google. Redacta el enlace patrocinado que está esperando. Llévalo a la página web que responde a sus preguntas y desactiva sus objeciones…

Una vez lo consigas, verás que Google AdWords funciona como una máquina engrasada que no se cansa de trabajar para ti.